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Estudios realizados por Actiu durante 2020 revelaron que, el 77% de los encuestados afirmaban que la parte más negativa del teletrabajo es la pérdida de la socialización y de las relaciones personales.Quizá por ello, el 73% de encuestados prefería volver a su entorno de trabajo en la empresa, aunque teletrabajando algún día a la semana

En 2021 se consolidará la nueva relación entre los modelos de vida y trabajo tradicionales, en favor de otros más humanos y sostenibles. La pandemia, el confinamiento y el miedo a los contagios han obligado a millones de personas a trabajar desde sus casas, acelerando la implantación del teletrabajo. En el año que comienza se materializarán los nuevos modelos con una clara tendencia: los espacios híbridos.

Actiu, líder en diseño y fabricación de soluciones para espacios de trabajo y hospitality, encabeza esta tendencia, impulsando diferentes iniciativas orientadas a la creación de espacios híbridos, más eficientes, saludables y seguros, donde la experiencia de los usuarios, la digitalización y la conciliación son factores claves para el éxito del nuevo modelo.

Varios estudios realizados por Actiu durante el 2020 revelaron que el 77% de los encuestados afirmaban que la parte más negativa del teletrabajo era la pérdida de la socialización y de las relaciones personales.Quizá por ello, el 73% de encuestados prefería volver a su entorno de trabajo en la empresa, aunque teletrabajando algún día a la semana. De igual modo el 55% afirmaron haber tenido o conocer a alguien con problemas y molestias asociadas al uso de un mobiliario no adecuado fruto del teletrabajo improvisado.

Según la Consejera y directora de reputación de marca de Actiu, Soledat Berbegal, “trabajar en híbrido es una tendencia y realidad. Muchas tareas administrativas y de gestión, podrán ser en remoto, pero co-crear, desarrollar un producto o servicio así como impulsar la creatividad de equipo requieren cierta presencialidad. Eso sí, cada vez se potenciarán más los proyectos y resultados, aportando responsabilidad, libertad y más confianza al usuario. Y el bienestar también contribuirá al desarrollo personal y a la presencialidad a través del diseño y el equipamiento de los espacios”.

Cambios en el estilo de vida y trabajo
En 2020, y de un día para otro, los españoles tuvieron que reinventar su estilo de vida y adaptarse a unos límites, difusos, entre la vivienda, asociada a la vida privada y el descanso, las oficinas y coworkings, concebidos como lugares donde trabajar y establecer sinergias, y el sector terciario, orientado al esparcimiento y socialización.

Tanto en las ciudades y espacios públicos, como en los entornos privados, la pandemia ha acelerado unos cambios ya anunciados, facilitados por la transformación digital. Frente a aspectos temporales, como los derivados de cuestiones sanitarias, distanciamiento social, y estándares de desinfección o ventilación, estos cambios, relacionados con la flexibilidad y la capacidad de adaptación, permanecerán en el tiempo.

Espacios híbridos
El modelo donde las oficinas eran sólo oficinas, los hogares solo hogares y las tiendas solo tiendas, cede protagonismo a espacios donde se mezclan los usos de manera flexible. Un formato ‘híbrido’ con mezcla de usos, que empezaban a incorporar los hoteles y que podría trascender este sector para crear espacios más flexibles y saludables centrados en las personas en muy distintos entornos como bancos, terminales aeroportuarias o centros de ocio, entre otros.

Enfoque experiencial en las oficinas: agile
Si hace unos años, el coworking revolucionó el mercado laboral, al incorporar las denominadas ‘amenities’ al entorno laboral, ahora las oficinas apuestan por una mayor flexibilidad, espacial y de gestión. El objetivo es generar valor añadido a través de la experiencia de usuario y bienestar corporativo, que motiva al trabajador a ir a la oficina, donde el diseño juega un papel fundamental.

Tras la emergencia de los coworking y la pandemia, el enfoque es mucho más experiencial. La gente quiere poder elegir trabajar según la tarea o el momento vital, y es aquí donde surge la filosofía ‘agile’. Un cambio de cultura empresarial que, primando los proyectos y los resultados, aporta una autonomía, libertad y flexibilidad que impacta directamente en el diseño de los espacios corporativos, optimizando y rentabilizando los mismos con soluciones de equipamiento adaptables y polivalentes.

Flexibilidad y transversalidad
Tanto a nivel ciudad como en espacios sociales o privativos, la flexibilidad y la transversalidad son factores claves de una realidad híbrida y en constante cambio. El trabajo ya no estará asociado a una única ubicación, sino a un ecosistema de localizaciones que permitirá trabajar desde, cómo y cuándo se necesite. Entornos más humanos, seguros y personalizados, definidos por la tecnología, la sostenibilidad y un diseño y equipamiento polivalente, reconfigurable y versátil que permita optimizar y rentabilizar al máximo el espacio disponible.

Fuente Comunicae